domingo, 16 de enero de 2011

El trabajo no es un juego, o si?


Como parte de lo que yo consideraba "trabajos especiales" había uno que se transformó en un clásico: los acertijos.
Aprovechando una de las herramientas, la tecnología, a cierta hora del día y al mismo tiempo disparaba un mensaje de texto desde mi computadora a todas las radios del Equipo de Ventas.
Ese mensaje encerraba un acertijo que debían resolver y el tiempo en su solución lo cronometraba desde la emisión como punto de partida a la primer respuesta que llegaba a mi teléfono-radio. El equipo estaba intercomunicado con una empresa que proveía el servicio de red de telefonía celular y radio a la vez.
Entonces los acertijos podían tener que ver o no con el trabajo, podían obligar a que el vendedor para resolverlo tuviese que recurrir a la ayuda de un compañero: Ej: Cliente del Vendedor Alberto Valverde cuyo nombre nos hace recordar a una ciénaga. Respuesta: Pantano. Todas las radios de los vendedores llamaban a quien tenía la respuesta que a la vez era obligado a repasar mentalmente su cartera de clientes.
También podía estar relacionado a un tema en particular de lectura de esos días.
En una planilla de excel yo registraba las respuestas y sus tiempos. La mejor tenía como premio una condiciòn especial autorizada por mí para aplicarla a la negociación con un cliente.
Acertijos:
  • Escritor argentino autor de Historia universal de la infamia. (Mejor tiempo 1 minuto, peor 1 hora 27)
  • Tercer item de la lista de ofertas de la semana. Los tiempos son muy buenos porque solo había que buscar en el maletín la lista de ofertas.
  • Jugador número 10 de la selección argentina de fútbol en el mundial 1978. Este era tramposo, porque en aquel mundial los números de casaca correspondían al orden alfabético y no a la posición en el campo de juego. El jugador era Mario Alberto Kempes.
  • Primera y ùnica derrota del ejército sanmartiniano.
  • Titular de cabecera del diario Clarín. Esta fue muy simpática porque uno de los vendedores salió corriendo del cliente en busca de un kiosco de diarios ubicado a cincuentas metros del local donde estaba y detrás de él el cliente. Si la escena la ubiese observado un policía y hubiese creído que el que corría adelante era un ladrón. Ese vendedor fue el primero en dar señal de radio y decir: "Habría crisis de gas para los meses de invierno".
Los clientes empezaron a participar directa o indirectamente de este juego. Hubo un caso en que cuando llegaba el vendedor le preguntaba: "¿No ganaste nada para poder ofrecerme?" Porque el cliente había sido beneficiado en dos oportunidades con un descuento ganado por el vendedor resolviendo primero el acertijo.

Este trabajo generaba muchas cosas:
  • Intercomunicación extra laboral entre los integrantes del Equipo.
  • Ejercitar la mente con soluciones a problemas inesperados.
  • Darle también un carácter lúdico a la labor.
  • Entrenamiento propiciar rapidez en las respuestas.
  • Una dosis de cultura general.
Este trabajo se desprendió de otros que también diseñé para las reuniones de ventas y que compartiré en el próximo artículo.

1 comentario:

  1. me encanto.... me rei mucho imaginandome als situaciones de corridas....
    abrazos grandes.
    Nico

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