martes, 4 de enero de 2011

La comunicación y una de sus partes

Suele suceder que cuando realizamos cualquier recorrido perdemos las referencias de los mojones que quedan a nuestras espaldas.
La capacidad de registro de las acciones importantes corren por cuenta de quienes las asimilan y quienes las procesan.
Como mucho de lo que se hace se va perdiendo, le pedí a colaboradores, a ex dirigidos, que seleccionaran aquellos hechos, mensajes, palabras que los marcaron de alguna manera.
Me llegaron algunos correos con historias que ya había olvidado. Comencé a recopilarlas.
Puedo decir que he dirigido un equipo notable.
Puedo decir que el ABC de todo lo que practico a diario lo aprendí con ellos.
Con ese equipo organicé en una oportunidad un asado en un lugar que quedaba bastante alejado de la Capital. El equipo y sus familias. Vinieron todos. Luego escribí para ellos el mail que transcribo a continuación y que forma parte de la recopilación que mencionaba mas arriba.
El mail se titula: "Crónicas marcianas"

Crònicas marcianas es un libro de Ray Bradbury que se ha convertido en un clàsico. Una recopilaciòn de cuentos que narran la llegada de los terrìcolas a Marte.
Tambièn suelen decirle marcianos a los que hacen cosas de otro planeta, en otra dimensiòn, a los seres excepcionales que construyen, arman, preguntan y responden desde otro lugar distinto al que solemos conocer.
Cuando una empresa hace una reuniòn con su personal cuenta con dos caminos para la convocatoria, la convicciòn y la fuerza.
Puede forzarse al personal a ir a una reuniòn a la que no tiene ganas de concurrir.
Puede ser motivador para el personal reunirse.
Nosotros cerramos el año a nuestro modo y esto podrìa verse como una actividad marciana. Sobre los que tengo registro dentro del gremio, no pasa. Y me animo a decir que en la general tampoco.
No pasa que se reunan los integrantes de un sector especìfico para pasar un dìa al aire libre con sus respectivas familias.
No pasa que un integrante de ese equipo se comprometa sin contar con auto a hacerse cargo de las compras y trasladar desde su casa todos los elementos que considere necesarios para que el asado funcione como èl considera que tiene que funcionar.
No pasa que otro integrante se encargue de hacer una carta al gremio para que no sea tan salada la entrada y que disfrutar de un dìa con compañeros no resulte un gasto exorbitante.
No pasa que todos se preocupen por saber còmo viaja cada uno y combinar para que por la lejanìa del lugar nadie se quede afuera.
No pasa que en la reuniòn haya un compilado de sorpresas agradables, como la integraciòn de las familias, el diàlogo entre compañeros y esposas, la buena onda para que los niños se conozcan y amiguen, como la llegada de un compañero que habitualmente no concurre a las reuniones especiales del grupo.
No pasa que haya la libertad de reunirse en grupo o hacer la propia en cualquier sector del recreo.
No pasa que por una màgica casualidad lleguen todos juntos, incluìdo el jefe en forma de batallòn.
No pasa que se junten en un picado y se saquen chispas y sin que mediara el policial chorro de agua, termina el picado y taza taza cada uno tranquilo para su casa.
Yo me llevo una buena impresiòn de estos marcianos, que por lo general en las pelìculas son representados en color verde, amorfos y cìclopes.
No pasa que haya conclusiones muy parecidas, esa sintonìa que siempre resaltamos.
Las mujeres pensaron en armar un sindicato para reivindicar el tiempo que los marcianos le dedican al trabajo y a las actividades extras.
Un todo conforma la camaraderìa, no solo el trabajo especìfico de todos los dìas. Un cine o una pizzerìa hablan y construyen en la misma direcciòn.
El ser humano empezò a evolucionar a travès de su participaciòn en una comunidad y no viviendo aislado. Las primeras tribus, las màs importantes hicieron los primeros pasos y las transformaciones trabajando organizados en comunidad.
Cuando los observaba vino a mi cabeza, las cenas de los vikingos, antes y despuès de las batallas.
Podemos discutir, no estar de acuerdo en una mesa, pero salimos a pelear y sabemos quiènes somos.
Yo quiero hacer pùblico mi agradecimiento a cada uno.
Parecido a un viejo programa de TV, son ustedes "Mis marcianos favoritos".


Roberto Molinari
Direcciòn Enterprise

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