- Los que citan a 100 personas para entrevistar al mismo horario.
Es inevitable que quien aspira al puesto se mida visualmente con los otros, observe y compare consigo mismo su manera de vestir, quiera intuir su preparación, se mida, pase por un estado de stress en la larga espera totalmente innecesario.
- Los que no respetan el horario agendado para la entrevista.
Porque cada uno es dueño de su tiempo y no lo ofrece en consignación para alguien a quien todavía no conoce. Foto inicial de jefatura que entiende como "elasticidad" un concepto que solo se ciñe a su figura. La gente que se preparó emocionalmente para sortear esta difícil mesa examinadora, no tiene porqué esperar más de lo razonable: 7 minutos.
- Los que solicitan fotos de cuerpo entero a las mujeres candidatas al puesto.
Y no son Fellini haciendo un casting para "La dolce vita". La entrevista ya cumple con las condiciones de exposición que tiene un casting de actores. Si buscan una promotora atractiva para una actividad en un punto de venta, hay agencias que se dedican a eso.
- Los que creen que un título califica u otorga otra categoría social.
Nada es más poderoso que la voluntad de aprendizaje que tenga una persona, no lo que estudió. Muchos profesionales terminan una carrera para no tocar jamás un libro, lo que los deja fuera de actualización y del mercado. Estudiar en un colegio privado y bilingüe no te hace mejor persona.
- Los que no proyectan en la iniciativa del entrevistado porque no leen su espíritu.
Muchas personas dejan empleos por falta de incentivo, inercia, desorganización. Qué hizo es una foto del pasado. Es más importante indagar qué quiere hacer con nosotros. Si crees que la entrevista se basa en la lectura del CV (cosa que tendrías que haber hecho antes) es mejor que otro tenga esa función.
- Los que especulan con la necesidad de empleo de la gente
Cualquiera que trabaje sabe lo que significa un salario y qué se puede hacer con él. Si el presupuesto para el puesto es bajo, no le digamos que está ingresando a la NASA. No agreguemos condiciones solapadas especulando que necesita ese ingreso.
- Los que no tienen el deseo de tomar a todos los entrevistados (son 20 y el puesto uno solo)
Porque no tienen conciencia de su responsabilidad social como generadores de empleo, entonces cumplen con el trámite de encontrar a la persona que buscaban a las diez de la mañana y no se interesan por los que van a entrevistar después.
- Los que no sufren por la duda de equivocarse en la elección
Porque no tienen idea de haber perdido a la persona correcta para el puesto por escasos segundos. Entrevistar es un trabajo arduo, que exige estar bien atentos, como el cirujano con su bisturí (obviar el ejemplo detallado mas arriba, porque en ese caso el médico tampoco es colega)
- Los que hacen comentarios con sus compañeros riéndose de los entrevistados
Una falta de respeto que no merece análisis.
¿Tenés que tomar gente? Que la suerte esté de tu lado.
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